Volver

COLUMNA DE OPINIÓN Incendios Forestales y Contaminación Atmosférica en la Patagonia. Dos eventos inesperadamente unidos desde sus orígenes.

Los incendios forestales, sobre todo cuando se trata de bosque nativo y praderas naturales son eventos catastróficos que impactan de manera directa y violenta la estructura y funcionamiento de los ecosistemas terrestres y acuáticos (en este último caso, debido al escurrimiento de materiales presentes en los suelos dañados) de manera que muchas veces puede ser irreparable. Durante un episodio tipo “mega-incendio” una gran cantidad y variedad de compuestos químicos, como gases y material particulado son emitidos a la atmósfera, lo que puede afectar la calidad del aire de las ciudades y poblados a distancias considerables. La ciencia ha identificado factores meteorológicos comunes que incrementan significativamente el riesgo de generar episodios de contaminación atmosférica e incendios forestales, estando este tipo de eventos inesperadamente unidos desde sus orígenes.

Los eventos denominados como “olas de calor” en zonas como la nuestra, favorecen factores ambientales que ayudan a la formación y propagación del fuego (días despejados, baja humedad y altas temperaturas). Dichas “olas de calor”, por su parte, estarían influenciadas por condiciones anómalas de alta presión de gran escala, las que se establecen por períodos de varios días sobre el territorio austral. Estas condiciones, coinciden, en gran medida, con los factores meteorológicos identificados durante los episodios críticos de contaminación atmosférica en ciudades como Coyhaique y Puerto Aysén.

De esta forma y de manera inesperada, se pudo identificar durante los días de altas temperaturas de febrero del presente año, el inicio del “mega-incendio” en la comuna de Cochrane y paralelamente un incremento por sobre lo normal (para esa época del año), de las concentraciones de material particulado en Coyhaique. Cabe mencionar, que ambos eventos se encontraban separados por aproximadamente 300 Km de distancia y con direcciones de viento que hacen improbable una relación directa. Sin embargo, lo que sí se pudo constatar, son las similitudes en las condiciones meteorológicas de escala local y sinóptica. Entiéndase como escala sinóptica a todos los fenómenos meteorológicos con dimensiones iguales o superiores a los 1000 km de distancia horizontal y tiempos de 1 a 7 días aproximadamente, es decir sistemas de alta y baja presión, sistemas frontales, etc.

Este ejemplo, muestra en parte, una de las características más interesantes y profundas que tiene la ciencia, y es que en una gran cantidad de situaciones el impacto de una investigación puede sobrepasar el objetivo inicialmente planteado. En este caso, encontrar los factores meteorológicos implicados en la contaminación atmosférica en Coyhaique, podría ayudar a comprender y tal vez predecir, las variables ambientales que propician los incendios forestales en la Patagonia. Situación que también se puede aplicar de manera inversa.

El lector astuto, ya se habrá preguntado el por qué casi no se observan incendios forestales en invierno, ni tampoco se registran intensos episodios de contaminación atmosférica durante el verano. Esta pregunta, la dejamos para la reflexión y muy probablemente la retomaremos en otra ocasión.

 

Luis Gómez Parada. Meteorólogo Laboratorio Eco-Climático de Aysén, CIEP-UACH.

Lic. Ciencias Ambientales. Ms en Meteorología y Climatología.

Compartir artículo

Volver